Decimoseptimo disco de estudio del boss. Bruce publicó en Marzo un gran disco, un disco completo. Bruce pone voz a la indignación americana, a un país que se ha sentido defraudado con Obama, el anterior disco fue de esperanza de la nueva época que se esperaba, pero en este caso Bruce se siente defraudado y ha publicado un disco intenso, con letras que hablan de desilusión, de reproches, de ideales abandonados, de recuerdo a la maquina mata fascistas (guitarra de Woody Guthrie). Bruce quiere acabar con esos magnates que machacan al trabajador, porque él representa a esa clase obrera, calificada pero que está sin futuro, a la deriva, donde los beneficios ya no son para el trabajador, son para ese magnate y la pegatina de la guitarra ahora dice "máquina de matar magnates chupasangres". La paciencia se está acabando.
Un disco de grandes canciones, de puro rock, de puro Bruce. Un disco incorformista, que invita a "coger las armas" (las guitarras de las que he hablado antes).
La comunión entre Bruce y sus fans está asegurada, eso lo ha demostrado en su gira. Yo lo comprobé en Donostia.
Larga vida al Boss.
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